El pasto sintético es capaz de sobrevivir a las cuatro estaciones del año, hermoso, inalterable y siempre verde.
Esta es la mayor ventaja que ofrece el pasto sintético en contraposición al pasto natural, ya que la naturaleza cambia, florece, sí, pero también declina, se quema y se reduce. Lo hace para dar paso a otros paisajes, a otras vidas.
El pasto sintético no, él permanece inalterable pese a los cambios climáticos, en este sentido, el sol no lo quema, porque el césped sintético es resistente a los rayos ultravioleta, no lo ahogan las inundaciones, de hecho no se inunda, debido a que este mismo césped sintético posee un sistema de drenaje que lo mantiene siempre seco.
Por otro lado, cuando el sol no brilla lo suficiente, (recordemos que el pasto natural requiere del sol directo para prosperar), al pasto artificial pareciera no importarle este hecho en lo absoluto, él sigue ahí, verde y brillante como si el sol resplandeciera sobre toda su extensión, de hecho, el pasto artificial se vería perfecto inclusive en un área techada.
En invierno igual, este tipo de césped plástico no sufre ni se aminora así se trate del más crudo de los inviernos, de hecho inclusive se asoma y se deja ver inalterable bajo nieve.
Claro está, que para que el césped perdure de manera optima, es preciso elegir el adecuado, para eso existe una buena variedad de tipos de césped artificiales, variedad que va referida a su densidad, al largo de sus fibras y a su forma de instalación, es decir, que involucre o no relleno. Todo esto porque hay un césped para cada necesidad, según se requiera para un área de mucho o poco transito, o que esté destinado a uso intenso (canchas y hasta aeropuertos) o que requieran o no un sistema de drenaje.
Tenemos dos elementos importantes que algunos modelos de pasto sintético necesitan: caucho reciclado y arena de sílice , contáctanos para mostrarte lo que tenemos a tu disposición.