Una vez realizada la instalación del pasto sintético, al verlo hermoso sobre el área elegida, seguramente surgirá la pregunta: ¿qué nos hará saber que llegó el momento de cambiarlo? A pesar de su resistencia y durabilidad, el pasto sintético no es eterno.
Llegará el día en que al verlo, algo nos sugerirá que es preciso renovarlo, estas circunstancias de alarma pueden ser, un cambio en el color, es decir, cuando notemos que nuestro pasto sintético luce pálido y ha perdido su brillo, valdrá la pena renovarlo. Por otro lado, si notamos que se le forman charcos de agua, habrá que cambiarlo porque probablemente se habrá deteriorado el relleno que facilitaba su drenaje.
Igualmente si sus fibras lucen desiguales, hay pérdida de ellas o muestran dobleces, entonces a nuestro pasto artificial le habrá llegado su hora.
Claro está que cuando esto suceda, ya habrán transcurrido años desde el día de la instalación de nuestro pasto artificial, ya que se trata de un material que ofrece una garantía de hasta diez años. Su deterioro, entonces, será luego de que muchas historias familiares o amistosas se hayan escrito sobre él.
El tiempo de deterioro de nuestro pasto plástico dependerá de tres factores básicos: Primero, del tipo de pasto que hayamos elegido, no será lo mismo un pasto barato, o hasta de segunda mano, que un pasto de primera; otra circunstancia que marcará su tiempo será el uso que la hayamos dado, pues no será igual la duración del pasto de una cancha deportiva, que la de una terraza residencial.
Por último, será determinante para la mantención del pasto sintético, comprar el que sea idóneo para el uso que se le dará, pues para eso existe una variedad de grosores, tipos y largos en el mercado. Esto es importante para la buena mantención del pasto sintético.
, arena de sílice, caucho reciclado