María Soledad manifestó su satisfacción y no demoró en decir “¡Lo recomiendo!”.
Chicureo es un gran refugio dentro de la ciudad. Grandes terrenos, el mejor paisajismo, y muy bien conectado con el resto de Santiago. María Soledad y su familia tienen una casa en el sector y se encontraron con un problema: no había mucha luz natural ni riego en el lugar donde querían tener su jardín. Para que el paisajismo de su jardín no sufriera las consecuencias, exploraron otras alternativas y buscaron empresas que realizaran la instalación y venta de pasto sintético, que les permitieran tener un espacio tan lindo como el resto de sus vecinos.
Si necesitas arena de sílice para colocarla en tus espacios, puedes ponerla sin problema porque la nuestra es de la mejores ya sea que la pongas en el pasto o le des otros de los muchos usos que tiene.
El pasto sintético para jardín, pronto se convirtió en la solución que buscaban. Era la primera experiencia que María Soledad había tenido con este tipo de césped, pero eso no fue impedimento a la hora de diseñar un espacio abierto que, a pesar de no contar con los recursos naturales para cultivar y mantener plantas, merecía tanta atención como el resto de la casa. No tomaron mucho tiempo en su decisión y pronto escogieron el tipo de pasto sintético que mejor se acomodaba a su gusto y sus necesidades.
La primera impresión de los dueños de esta casa en Chicureo fue positiva. No solo les gustó la estética que el césped natural le brindaba al jardín; tampoco se demoraron en apreciar la comodidad y lo práctico que es el pasto sintético para jardín. Es más difícil perder cosas como juguetes y objetos punzantes, lo que permite caminar descalzo por el jardín con una visión mucho más clara de dónde se está pisando. El riego y la falta de sol no alcanzan a ser problemas porque no es tan necesario el mantenimiento de pasto sintetico para este lado del jardín.
Cuando le preguntamos su opinión, María Soledad manifestó su satisfacción y no demoró en decir “¡Lo recomiendo!”, sin duda muy contenta con su decisión de no abandonar esa porción de la casa que estaba en la sombra. Bastó una llamada para transformarla en jardín con estacionamiento.