Podría sonar contradictorio que un producto que es completamente artificial, sea ecológico y beneficie de alguna forma a nuestro planeta, sin embargo, esto es una realidad, ya que al hacer uso de pasto artificial reunimos algunas ventajas ecológicas que van por encima de las que supone el pasto natural.

La ventaja más importante y resaltante del pasto artificial es que el consumo de agua que este requiere es mínimo, ya que no debe ser regado. En los pastos sintéticos el agua solo se usará para limpiar o quitar el sucio y manchas específicas de las superficies. El resto de sucio o desperdicios puede simplemente recogerse o barrerse con un rastrillo.

Otra de las ventajas que nos ofrece el pasto artificial es que no utiliza fertilizantes, productos que son altamente contaminantes y tóxicos. De igual manera no utiliza químicos para erradicar la maleza, ya que cuando se instala el césped artificial, también se hace la instalación de una malla repelente de hierbas indeseables.

El pasto sintético es elaborado con plásticos P (polietileno y prolipropileno). Estos plásticos son 100% reciclables, de manera que una vez que el pasto sintético haya cumplido su tiempo de vida útil, el mismo podrá ser re-direccionado a una empresa recicladora para que los materiales básicos de césped sintético sean utilizados en la fabricación de nuevo productos de alta calidad a bajo costo.

Finalmente podemos decir que el césped artificial también ahorra energía, y no hace uso de derivados del petróleo, como lo son la gasolina o gasoil que se utilizan para las podadoras o guadañas, quitando de nuestro paso otro agente contaminante para el planeta.

Son muchos los recursos naturales no renovables que hemos ido perdiendo con el pasar de los años, y preservar cualquiera de ellos es de suma importancia para nuestro medio ambiente, es por ello que cada año se innova en productos que nos ayuden con esta ardua misión.

 

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