Si estamos buscando una cubierta que sea ecológica, porque nos interesan el medio ambiente y el bienestar del planeta, es muy probable que optemos por lo natural, debido a la errónea idea de que una hierba real siempre será una opción más ecológica en comparación con un césped sintético.

Si esto es lo que hemos venido pensando, sucede que no hemos tomado en consideración el gasto en agua que requiere un grass sintético, ni los pesticidas que estas superficies necesitan, y mucho menos las maquinarias que emiten CO2, que muchas veces son empleadas por estos pastos reales, no solo para su poda, sino también para secar las canchas de pastos verdaderos en épocas de lluvias.

El grass sintético en cambio no requiere ser regado, ni podado, tampoco será necesario secar estas cubiertas, ya que las mismas poseen un eficaz sistema de drenaje que evita charcos y pozos de agua. Este factor es muy importante sobre todo cuando se trata de canchas deportivas, las cuales deben ser activadas para la continuidad de los encuentros de fútbol u otros deportes de contacto.

Por otra parte, el césped sintético no exige un mantenimiento complicado como sí lo hace el césped natural, lo cual es muy importante si tomamos en cuenta la economía y el bolsillo del propietario del área.

El mantenimiento de un pasto artificial es tan simple, que apenas bastará con una barrida ocasional para retirar de la cubierta residuos y suciedad, en cambio el pasto natural requiere de riegos, podas, fumigaciones y resiembras.

Otro factor importante a considerar, sobre todo en países como Chile, en los cuales están presentes las cuatro estaciones, es que el pasto natural no podrá sobrevivir a los inviernos, ni a los cambios bruscos de clima. El pasto artificial en cambio podrá estar activo todo el año, luciendo resplandeciente sin importar la estación en la que nos encontremos.

 El césped sintético tiene la virtud de que puede ser instalado bajo sombra, mientras que el pasto real requiere de la incidencia directa del sol para poder prosperar. El césped sintético inclusive puede ser instalado bajo techo o en interiores sin el menor problema, cosa que resulta imposible con la hierba verdadera.