Actualmente, el pasto sintético tiene gran demanda en el mercado mundial, esto ha derivado de los múltiples usos que se le está dando y el diseño se ha ido centrado en las variables a las que se expondrá.

El césped artificial para instalación residencial y ornamental de bajo tránsito o el pasto sintético para recintos comerciales o de juegos infantiles, es diferente al de uso deportivo. Esta divergencia radica en que el de uso decorativo requiere menor cantidad de relleno, una apariencia especialmente cuidada y minimizar la fricción existente.

Si necesitas arena de sílice para colocarla en tus espacios, puedes ponerla sin problema porque la nuestra es de la mejores ya sea que la pongas en el pasto o le des otros de los muchos usos que tiene.

Según se ha ido incrementando la tecnología de la industria de las alfombras de césped artificial se ha innovado en la clasificación del tipo de material a utilizar según la aplicación.

Para el uso decorativo es común elegir el pasto sintético de tercera generación o el de cuarta generación. El césped artificial de tercera generación es proporcional a un pasto sintético para deportes, siendo ideal para la instalación en hoteles o empresas donde exista flujo de personas circulando diariamente.

Mientras que el de cuarta generación cuenta con un tipo de cerda enrulada, cuyo sistema funciona con cerdas más cortas que las de la superficie, el principal beneficio es el encapsulamiento del caucho y la apariencia natural que adopta el pasto sintético.

Cabe destacar que cualquier tipo de césped sintético que se elija tiene iguales beneficios, como el ahorro considerable en su mantenimiento, aproximadamente 10 años de vida útil en el caso del césped artificial ornamental y resistencia comprobada a los Rayos UV (evitando que el color del material cambie o genere manchones).

Asimismo, las alfombras de pasto artificial entregan una gran confiabilidad a quien está generando la inversión, dado que la fibra ha sido sometida a diversas pruebas relacionadas a los cambios climáticos, interacción de las superficies con pesos y pruebas que simulan factores externos que podrían causar daño en el material.