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Elegir un césped sintético para padel es algo que se debe hacer con conocimiento y/o una buena asesoría, para no cometer errores y hacer la elección de un pasto artificial inadecuado para la práctica de este deporte.
Una de las cosas más importante que hay que considerar al elegir un césped sintético para padel, es el tamaño y tipo de fibra.
Las fibras de un césped sintético para padel no deberían superar los 12 mm de altura, es decir, las hojas de este pasto deben quedar al ras del suelo. Esto es fundamental para que se logre un rápido y uniforme rebote de la pelota.
Estas fibras deben ser elaboradas con un polietileno de buena calidad, y pueden ser fibriladas o en monofilamento, ambas opciones dan una excelente textura y una perfecta calidad de superficie en las pistas de paddle.
Por otra parte, un buen pasto artificial para paddle debe ir acompañado por un relleno de arena de sílice. Este material le brinda a los jugadores una excelente estabilidad, así como la posibilidad de cambiar de dirección con rapidez sin riesgo para sus articulaciones. La arena de sílice le da una mayor durabilidad al pasto artificial para paddle, y al mismo tiempo brinda una grata frescura a la superficie. Es importante que, al aplicar el relleno, queden al descubierto 2 mm de las hojas, de esta manera se estará procurando un adecuado rebote de la pelota.
El material ideal para la base de un pasto sintético padel es el polipropileno, ya que se trata de una goma resistente y a la vez liviana y flexible. En esta base debe existir un sistema de drenaje que consiste en una serie de agujeros, que facilitarán la fluidez del agua de las lluvias. Es importante tomar en cuenta la necesidad de construir la superficie de cemento, con una pendiente que permita que los líquidos circulen a través de estos agujeros gracias a la gravedad.
Si la cancha va a estar ubicada en una zona exterior, el pasto sintético padel debe tener una película especial que lo proteja contra los rayos UV, de manera que la superficie no se decolore con el sol.
El cliente también debe constatar que el pasto esté libre de metales pesados y de sustancias tóxicas, y preferiblemente que sea 100% ecológico y reciclable.
